Decálogo del populismo. Por Enrique Krauze
(Resumen...)
1. El populismo exalta al líder carismático; no hay populismo sin la figura del hombre providencial que resolverá de una vez y para siempre los problemas del pueblo.
2. El populista no usa sino abusa de la palabra, se apodera de ella. La palabra es el vehículo específico de su carisma, el populista se siente intérprete supremo de la verdad general y también se siente la agencia de noticias del pueblo.
3. El populista fabrica la verdad, como es natural los populistas abominan de la libertad de expresión; confunden la crítica con enemistad, por eso buscan desprestigiar a la crítica, controlarla, acallarla.
4. El populista utiliza de modo discrecional los fondos públicos. No tienen paciencia con las sutilezas de las economías y las finanzas. El erario es su patrimonio privado y tiene un concepto mágico de la economía. La ignorancia o la incomprensión de los gobiernos populistas, en materia económica se ha traducido en desastres descomunales de los que los países tardan decenios en recobrarse.
5. El populista reparte directamente la riqueza, lo cual no es criticable, sobre todo en países pobres. Pero el populista no reparte gratis, focaliza su ayuda y la cobra en obediencia política.
6. El populista alienta el odio de clases. Las revoluciones en las democracias, dice Aristóteles citando multitud de casos, son causadas por la intemperancia de los demagogos.
7. El populista moviliza permanentemente a los grupos sociales. El populismo apela, organiza, enardece a las masas.
8. El populismo fustiga por sistema al enemigo exterior. Inmune a la crítica y alérgico a la autocrítica, necesitado de señalar siempre chivos expiatorios para los fracasos, el régimen populista quiere desviar la atención interna hacia el adversario de fuera.
9. El populista desprecia el orden legal. Este es un punto muy importante: la justicia, diría un populista, pertenece al pueblo, está en la sabiduría del pueblo y está por encima de los jueces, de las leyes, de esas imperfectas creaciones de los hombres, que son las leyes y las instituciones, pero reside en la soberanía popular y, claro, el vocero de esa soberanía popular es el líder carismático.
10. El populismo mina, domina y en último término, domestica o cancela las instituciones de la democracia liberal. El populismo abomina de los límites a su poder, los considera aristocráticos, oligárquicos, contrarios a la voluntad popular.
1. El populismo exalta al líder carismático; no hay populismo sin la figura del hombre providencial que resolverá de una vez y para siempre los problemas del pueblo.
2. El populista no usa sino abusa de la palabra, se apodera de ella. La palabra es el vehículo específico de su carisma, el populista se siente intérprete supremo de la verdad general y también se siente la agencia de noticias del pueblo.
3. El populista fabrica la verdad, como es natural los populistas abominan de la libertad de expresión; confunden la crítica con enemistad, por eso buscan desprestigiar a la crítica, controlarla, acallarla.
4. El populista utiliza de modo discrecional los fondos públicos. No tienen paciencia con las sutilezas de las economías y las finanzas. El erario es su patrimonio privado y tiene un concepto mágico de la economía. La ignorancia o la incomprensión de los gobiernos populistas, en materia económica se ha traducido en desastres descomunales de los que los países tardan decenios en recobrarse.
5. El populista reparte directamente la riqueza, lo cual no es criticable, sobre todo en países pobres. Pero el populista no reparte gratis, focaliza su ayuda y la cobra en obediencia política.
6. El populista alienta el odio de clases. Las revoluciones en las democracias, dice Aristóteles citando multitud de casos, son causadas por la intemperancia de los demagogos.
7. El populista moviliza permanentemente a los grupos sociales. El populismo apela, organiza, enardece a las masas.
8. El populismo fustiga por sistema al enemigo exterior. Inmune a la crítica y alérgico a la autocrítica, necesitado de señalar siempre chivos expiatorios para los fracasos, el régimen populista quiere desviar la atención interna hacia el adversario de fuera.
9. El populista desprecia el orden legal. Este es un punto muy importante: la justicia, diría un populista, pertenece al pueblo, está en la sabiduría del pueblo y está por encima de los jueces, de las leyes, de esas imperfectas creaciones de los hombres, que son las leyes y las instituciones, pero reside en la soberanía popular y, claro, el vocero de esa soberanía popular es el líder carismático.
10. El populismo mina, domina y en último término, domestica o cancela las instituciones de la democracia liberal. El populismo abomina de los límites a su poder, los considera aristocráticos, oligárquicos, contrarios a la voluntad popular.
10 Comments:
Dezurdo,
Pues no, ciertamente no es la catástrofe del fin del mundo, pero la experiencia de México con liderazgos de ese tipo es lamentable.
Felipe,
Lo único que faltó en esa descripción es una apostilla que diga "cualquier parecido con la realidad es..."
By Rodolfo Soriano-Núñez, at 5:05 p.m.
Me agrado mucho la descripción del populismo, no es una catástrofe, es realidad, el líder de hoy se debe a la congruencia de sus actos mas que a sus palabras y nosotros los espectadores a nuestras elecciones… de todas formas los países tienen los Gobernantes que se merecen, todos somos responsables de la solución de los problemas y cada uno puede hacer algo desde su posición sin llegar a ser el protagonista de estas elecciones.
Paula Déborah presidenta de una ONG
By Anónimo, at 12:09 p.m.
el término también se puede entender positivamente: si partimos de la raíz "populus", populista sería aquella persona que se hace solidaria con el pueblo, con la gente sencilla, de la calle, la gente que aborda el camión a las 5:30 am para ir a la fábrica para recibir el sábado un salario de 700 pesos y que tiene que mantener a su familia de 4 o 5 integrantes. Desde esta perspectiva, ser populista es una virtud... Cuando un servidor social no es populista, entonces a la gente del "pueblo" no sirve sino se sirve de ellos, los explota y, por fin, el ver a alguien "populista" le exaspera, le molesta, se siente incómodo. Quiere que todos sean como él...
By Anónimo, at 2:44 p.m.
Su tuviera que acomodar a un candidato en este decálogo del populismo, según E. Krauze, sería a Felipe Calderón.
By Anónimo, at 10:14 a.m.
Me parece bueno el resumen de Erique Krauze y esperemos que no logre.
By Anónimo, at 10:42 p.m.
Estoy de acuerdo con la descripción del populismo.
y tambíen estoy de acuerdo en que por fin existe una persona que se atreva a enfrentarse a todos aquellos temerosos del populismo, porque saben perfectamente que se les cairá su impero. Qué bueno.
By Anónimo, at 7:57 a.m.
Estoy de acuerdo con la descripción del populismo.
y tambíen estoy de acuerdo en que por fin existe una persona que se atreva a enfrentarse a todos aquellos temerosos del populismo, porque saben perfectamente que se les cairá su impero. Qué bueno.
By Anónimo, at 7:57 a.m.
Que bueno que el creador de este desplegado esta de acuerdo que Felipe Calderon es exactamente la descripción del populismo y si puedo agregar que su cinismo es extraordinariamente insultante y obedece a su personalidad. Bien por Enrique Krauze.
By Anónimo, at 5:54 p.m.
Que cosas tiene la vida el populismo un riesgo pero casi 70 años de nada eso no Y seis años del gobierno mas absurdo que ha habido con una incongruencia patetica tampoco, pero bueno bajo la descripción del populismo encaja bien este gobierno que nos deja en la misma NADA.
By Anónimo, at 6:09 p.m.
Está muy extremo su decálogo, no me gustan los populistas pero no es para tanto.
FOX fue un populista, y no causo el apocalipsis que casi describe Krauze. Lopez Obrador es otro populista, que si bien no fue un buen candidato, tampoco creo que sea como dijo Krauze.
By Anónimo, at 11:04 p.m.
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