Como todos sabemos, las encuestas muestran nuevamente una caída en las intenciones del voto de AMLO y un ligero ascenso de FCH. Motivos pueden ser varios, en buena medida circunstanciales, pero en el fondo la realidad plantea un escenario que premeditado o no, le complicará las cosas aún más al candidato que se postula por el PRD.
Hasta ahora, la joya de la campaña obradorista había sido ir en primer lugar en las encuestas. Con este argumento Andrés Manuel se ha promocionado como el “representante de las esperanzas de mucha gente”. Debido a que para él sus actos están legitimados en lo que traduce como la voluntad de las masas, mientras las encuestas le favorecían se sentía como pez en el agua.
Desde la elección en el PAN de Felipe Calderón, si bien AMLO ya aseguraba que iba a ganar la elección, el acenso en puntos del candidato de Acción Nacional lo hacía mantener un discurso prudente. Sin embargo, el repunte del PRD en las encuestas de principios de marzo, que rompían la racha de alza para FCH le hicieron pensar que el PAN ya estaba topado, además Felipe ya alcanzaba altos niveles de reconocimiento entre la gente, lo que significaba que no habría mucho por donde crecer para él.
Así, Andrés Manuel buscó posicionarse como Presidente de México, empezó a desarrollar una faceta mucho más conciliadora con los empresarios y con otros sectores a los que en un principio se había mostrado hostil o indiferente en el mejor de los casos, pero también comenzó a imaginar públicamente como sería el día en que asumiera el poder: “(Presidente Fox:) me va a tener que poner usted la banda presidencial, aun con todo su pesar, a regañadientes” decía un 17 de marzo y otras muchas veces más.
Algunas cuadrillas en su equipo de
campaña y en el mismo partido también empezaron a “instalarse en sus nuevas oficinas” en el gobierno virtual, incluso el Diputado José Jiménez (PRD) líder de los Pancho Villa comenzó a “clausurar” periódicos bajo la argumentación de que "evidentemente hay un manejo no muy objetivo de la información y en lo que no estoy de acuerdo es en prestarse a intereses para estigmatizar y golpear" Y remataba con su amenaza de continuar los bloqueos a La Crónica: "se mantendrán pacíficos, tengan la seguridad, aunque nunca falta alguien que se acelere”.
Claro que el clímax de su confianza fue el “¡Ca-lla-te Cha-cha-la-ca!”, inconcientemente Andrés Manuel se sintió con la libertad pública de poder callar al presidente, el presidente tendría que obedecerlo porque él iba adelante en las encuestas e iba por más. En el fondo AMLO se propuso separarse de FCH y de RMP dejándolos en un nivel de discusión inferior. Él no tenía porqué contestarle a quienes estaban 10 puntos abajo, eso ya lo había superado. El único contrincante digno era el Presidente de México, pero el hecho que fuera Fox le parecía menospreciable. En la forma de callar al presidente, mostró lo peor de sí mismo y lo más notorio del error estratégico.
Fox el popularEl candidato del PRD no vió venir el contragolpe de su estrategia de pelear con el presidente porque menospreció el tamaño de su contrincante:
1.- La aprobación del mandato del presidente lleva una carrera ascendente desde mayo del año pasado y en niveles bastante envidiables para muchos mandatarios en su sexto año de gobierno: 63.3%
2.- La mejor calificación del presidente es obtenida en las zonas rurales, donde se encuentra la mayor concentración de pobreza y por lo mismo el mercado objetivo de AMLO.
3.- Y por último un factor determinante. Es por todos conocido que si bien como presidente el liderazgo de Fox ha sido puesto en duda múltiples ocasiones, como candidato Fox es un campeón. Las campañas electorales son lo suyo y lo que mejor domina, quizá no sea el escenario en donde uno quisiera enfrentar a Vicente Fox, al menos no solo.
Con todo lo anterior, López se topó con una pared muy dura. Se dio el lujo de atacar frontalmente al presidente y este no se dejó. Y además de no dejarse le dio la vuelta al problema, habilidad histórica de Fox desde el Hoy, hoy, hoy. Supusieron que al enfrentar al mandatario dejarían una impresión en la población de que este se estaba intrometiendo inmoralmente en las campañas y así le restarían popularidad que se abonaría a la canasta de AMLO. Más o menos pronto se dieron cuenta del error y para el 5 de abril, recién comenzaron a aparecer las encuestas desfavorables anunciaba: "No queremos socavar la investidura ni astillar la silla presidencial” y como dato curioso, el exceso de autoestima le obligó a terminar con un “porque muy probablemente en esa silla nos vamos a sentar" pero el subconsciente lo traicionó al aceptar implícitamente la posibilidad de no ganar.
De aquí en adelante las cosas pueden no salirle muy bien al candidato del PRDUno de los principales factores que pudieran no hacerle juego a la campaña de Andrés Manuel es su sobre exposición. Desde hace casi un año AMLO se goza en ir manejando la agenda política del país y no es de extrañar que fuera el primero en posicionarse en las encuestas, sin embargo esta ha tenido un costo muy alto para su campaña.
El candidato lleva un año en el reflector central y su estrategia ensimismada se ha llegado a grabar en la mente de los electores de esa manera. Es decir, la gente ha olvidado a los enemigos del Sr. López, no logró posicionar claramente una lucha contra el actual gobierno, ni contra Felipe Calderón, ni contra el PRI ni contra nada; sus teorías del complot, del “gallo”, de su cambio a Palacio Nacional no nos hablan sino de él mismo. Votar por Andrés Manuel ni siquiera representa votar por el PRD, sino al revés, votar por el PRD significa votar por Andrés. Votar por AMLO significa votar contra fantasmas y a favor de El, nada más.
Al hablar tanto de sí mismo, permanecer siempre en primer lugar y minimizar a sus contrincantes, ha logrado que el tema de la contienda sea él, desperdiciando la oportunidad de desgastar la imagen del gobierno federal. Si Andrés Manuel hubiera buscado posicionarse en segundo lugar y permitido que Felipe fuera a la cabeza, todos los partidos hubieran dedicado sus baterías a desgastar a Fox y a presentar al PAN como una mala continuidad de lo mismo, siendo el PRD el principal beneficiario de esto.
Más aún, su estrategia le permitió a Felipe Calderón tener un enemigo y objetivo muy concreto contra quién luchar, de no haber sido por AMLO, Calderón hubiera tenido que estar defendiendo al gobierno de Fox desde hace 8 meses, una posición mucho más difícil que la actual. No permitir que “un peligro para el país” llegue a la presidencia, es más fácil de vender que la idea de “no cambiar de caballo a mitad del rio”. Además FCH llega prácticamente sin golpes a la recta final de las campañas, el PRI se ha dedicado a pegarle al PRD y el PRD a pegarle al fantasma del complot.
Esta permanencia demasiado larga es la que hace posible un quiebre en la credibilidad de AMLO, si antes todo se le creía hoy ya es más de las mismas excusas.
Va pa´trasEn febrero coincidió que el Sr. López comenzó a dirigirse a otros segmentos como el empresariado (la reunión con Slim, sus comentarios sobre economía, etc) y que tanto FC como RM empezaron a mostrar un tono más popular. Parecía que AMLO ya había superado eso, pero las últimas encuestas y el descalabro presidencial lo regresaron al discurso hostil, en este caso los villanos son los banqueros y ahora los Mascabrothers.
AMLO quizá no vio de mucho provecho su cabildeo entre la IP, además notó la volatilidad de su base popular y ha decidido recurrir a las arengas de la incitación, con lo que sacrifica de nuevo imagen como presidente conciliador y vuelve a la de candidato en batalla revolucionaria. Sus contrincantes lograron regresarlo.
En este escenario, el candidato la tiene muy difícil:
1.- Ya no puede basar su campaña en su superioridad en las encuestas que ahora denosta.
2.- Ya no puede pelear contra el gobierno actual.
3.- Ya no puede presentarse como el único capaz de conciliar a los ricos con los pobres.
4.- Ya no puede decir que la IP no tiene que temer (Mucho menos los bancos)
Por lo que solo le quedarían tres opciones:
1.- Irse contra Felipe Calderón.
2.- Intentar recurrir al Complot.
3.- Dedicarse a dar a conocer propuestas concretas para el país.
Los ataques contra FCH si no están bien fundados pueden reafirmar su fama de intolerante además de demostrar desesperación. La teoría del complot le puede resultar si la gente aún está dispuesta a las explicaciones simplistas. Para dar a conocer propuestas va a necesitar algo más que un programa a las 6:00 am, va a necesitar los debates a los que tanto rehuyó. Parece que tiene pocas opciones, sin embargo puede conseguirlo.